lunes, 15 de octubre de 2012

LA EDUCACIÓN DENTRO DE LA EDUCACIÓN

 Dentro de la etnia gitana la educación que se les da a las mujeres es muy diferente a la que reciben los hombres, hoy en día las mujeres asumen un papel donde el hombre es quien lleva las cosas en la casa.

También es cierto que no se puede generalizar, pero el porcentaje es muy alto en estos grupos.

A los 16 la mayoría de las mujeres adolescentes deben dejar sus estudios para poder ayudar en casa.

Ni si quiera se les plantea un futuro laboral aunque los recursos económicos sean escasos.

Alguna de las adolescentes con las que yo he trabajado han deseado no ser gitanas por poder tener un futuro, querer trabajar, o simplemente poder trabajar en una tienda de ropa como dependientas. 

 

 

 

Aquí os adjunto un texto de otro blog, es muy interesante, espero que os guste.

 

La Mujer Gitana

Desde niña empecé a vivir con unas reglas en la vida que me hacían sentir distinta, pues las gitanas no podían vivir, ni comportarse de la misma manera que las castellanas ¿por qué teníamos que ser diferentes? - me preguntaba.

Esta forma de vida me fue transmitida por mi madre, la cual fue responsable por la educación de sus hijos. Por causa de esta responsabilidad, la mujer estaba sometida a las exigencias más estrictas que el hombre. El hombre gitano, sí, podía vivir como un castellano en muchas ocasiones, pero guardar su identidad gitana dependía de estar casado con una gitana, que se diferenciaba de una castellana por vivir un estilo de vida diferente. También el hecho, que un hogar tiene el carácter más tradicional o no, depende de la mujer, responsable por la educación de sus hijos y sus hijas y la transmisión de su cultura a su descendencia. La función educativa de la mujer se extiende al marido que vive en el hogar creado por la mujer. Estas funciones de la mujer ya las descubrió la Biblia, donde esta escrito que Dios ordenó a su pueblo no casarse con las mujeres de otros pueblos, que adoraban otros dioses y ejercían otra cultura, para no perder su identidad y su creencia.



Por lo tanto, la mujer es la mejor representante para hablar de su cultura.

La mujer en la cultura gitana está supeditada a la autoridad masculina. Cuando es niña a la del padre, cuando es joven al padre y a los hermanos y cuando se casa al marido. Si la gitana enviuda, sus hijos y los familiares del marido siguen teniendo autoridad sobre ella. El hombre es el que toma las decisiones que afectan a la familia en asuntos de cierta importancia.

A las niñas gitanas en el momento que van siendo "mozas" (13, 14) se les prohibe usar pantalones porque se ajustan al cuerpo. Tampoco se les permite llevar faldas cortas, ponerse bañadores u otro tipo de ropa que según la familia no sea apropiada. El pelo deben llevarlo largo y recogido.

En esas edades 14, 15 años a las chicas se les restringe el acceso a la escuela para evitar el contacto con los compañeros de otro sexo.

Respecto a las salidas, sólo las hacen en compañía de familiares, al culto, o en ocasiones especiales como una despedida de soltera o una boda...

Cuando la joven está pedida, entonces sí puede salir con el novio para irle conociendo. Una vez casada, las salidas se restringen debido al cuidado de los hijos, lo que no suele suceder en el caso del marido.
La mujer gitana tiene que guardar su virginidad ya que sería muy difícil para ella casarse si no lo hiciera. Debido a esto, la gitana está pendiente de no crearse "mala fama", ya que por hablar con un chico pueden hacerse murmuraciones sobre ella que la perjudiquen.
Al hombre, por el contrario no se le exige la virginidad y el hecho de que haya salido con otras mujeres no está mal visto.

En la mujer gitana no se tolera la infidelidad al marido y por esa razón puede ser expulsada de la comunidad. Por el contrario, el marido puede ser infiel sin recibir ningún castigo, aunque esto no quiere decir que esté bien considerado.

La maternidad fuera del matrimonio está vista como una de las mayores vergüenzas para la mujer gitana. El abandono de los hijos o la prostitución son juzgados con especial crudeza por esta cultura.
Tradicionalmente el marido era el encargado de mantener la economía doméstica. Las tareas del hogar correspondían enteramente a la mujer siendo muy inusual que el marido colabore en ellas. También le corresponde el cuidado y la educación de sus hijos en su mayor parte, aunque el padre suele representar la figura de respeto.
Las mujeres asumen cada vez más activamente todo tipo de trabajos para colaborar en la economía. En las familias que se dedican a la venta ambulante, son ellas las encargadas de vender; la función del marido en esta tarea es llevarlas al Mercado y montar y desmontar el puesto. También participan en las labores agrícolas y en la recogida de cartón y chatarra.

Debido al papel que se le asigna a la mujer gitana como esposa y madre a temprana edad, se considera especialmente inútil su formación, ya que no va a acceder a una carrera universitaria, ni se la va a permitir trabajar en otro ámbito que no sea la venta o la familia. A esto se añade que el marido tiene que saber más que la mujer y que ésta disponga de formación es un obstáculo para el matrimonio





TEXTO DE :  http://zolsaihan.blogspot.com.es/2005/02/la-mujer-gitana.html

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